Una instalación solar fotovoltaica aislada es un sistema de generación de electricidad sin conexión a la red eléctrica que proporciona al usuario energía procedente de la luz del sol.
Este tipo de instalación almacena en baterías la energía producida por las placas solares a lo largo del día permitiendo al usuario de la instalación disponer de la electricidad acumulada en cualquier momento y para el uso de todo tipo de dispositivos o electrodomésticos.
Las instalaciones fotovoltaicas aisladas son una excelente opción de generación de electricidad en áreas donde la conexión a la red eléctrica no es posible o no está prevista, y en zonas rurales especialmente remotas.
Aplicaciones de fotovoltaica aislada:
· Electrificación rural: bombeo de agua, regadío, cámaras de refrigeración, etc.
· Actividades de ocio: en refugios de montaña, casas de jardín, barcos o caravanas
· Señalización terrestre: alumbrado, señales de advertencia, semáforos, etc.
· Aplicaciones industriales: torres de telecomunicaciones, antenas, sistemas de vigilancia, etc.